Descargar ABD AL-RAHMAN AL-DAHIL - VALDIVIESO RAMOS DANIEL [PDF GRATIS]

Contar una historia es relativamente fácil, pero contar una historia a veces se convierte en una tarea difícil. La obra se vuelve aún más compleja si gira en torno a Andalusí ya la figura de Abderramán I, ya que ambos, complejos en sí mismos, conectan Oriente y Occidente del siglo VIII, ingobernables tanto desde el punto de vista político como literario.
Llegó con el recuerdo de Damasco en las manos, dejó tras de sí una estela de sangre y polvo -el latido de su propio corazón, el latido del corazón del desierto- llegó con su fiel Badr, aterrizó sin nada más que Listo para lo que sea. Presenció la desgracia de los omeyas, experimentó la ira de los abasíes, sembró la semilla de Oriente en Córdoba, y aunque no reconcilió a los habitantes de Al-Andalus, quién pudo propiciar a los que se odian en todos los idiomas. y todos los acentos, en todas las oraciones y en todas las palabras?–, demostró que encarna el poder y no duda en utilizarlo. El autoproclamado emir se enfrentó a todo y a todo: rebeliones, conspiraciones, traiciones, roces entre clanes. Pero siempre lo consiguió, quizás porque era el elegido, el hijo y heredero de la profecía, quizás porque pocos sufrían como él, y él no quería seguir sufriendo.
El renacimiento literario del emir Abderraman I y la Córdoba andaluza es de indudable valor, ya que la épica de este hombre y la complejidad política, étnica y social del territorio requieren digno de mención es un ejercicio de paciencia y destreza en la narración. En una época como la que vivimos, en la que la crisis y la defensa de la identidad, sea la que sea, agudiza a propios y extraños, ganar la historia a través del libro es un verdadero logro.
No puedo ser objetivo con la Córdoba histórica. Mantengo con ella un idilio que dura años y que considero eterno. Si los lectores me lo permiten, quiero interpretar Abd ar-Rahman al-Dahil como un pequeño oasis en medio de esta tragedia colectiva que parece no tener fin. Esto no es un espejismo, es la prueba de que volveremos a la vida y las calles de Córdoba para sorprendernos con las desdichas y hazañas de aquel primer emir, las guerras entre los sindicatos de las ciudades peninsulares, el naciente balbuceo de la mezquita. .
Si los lectores me lo permiten, no quiero recomendar un libro, quiero recomendar dormir. Si Abderraman lo ha superado, lo superaremos, y con una novela de Daniel Valdivieso en la mochila, de un café o de una tetería cordobesa, nos felicitaremos, porque entonces el sueño será tan real como el olor a menta. (Jorge Juan Trujillo, 22 de febrero de 2021).

hace 1 año